¿Cómo Afectan los Conservantes a Nuestro Intestino?

Impacto de los Conservantes en el Microbioma Intestinal

Los lantibióticos, un tipo de conservante usado para prolongar la frescura de los alimentos, pueden afectar negativamente el equilibrio del microbioma intestinal humano. Estos conservantes, incluida la nisina, son eficaces contra las bacterias dañinas pero también pueden dañar las bacterias beneficiosas en nuestro intestino, esenciales para nuestra salud.

Investigaciones Recientes y Hallazgos Clave

La investigación realizada por científicos de la Universidad de Chicago destaca que, aunque los lantibióticos atacan a patógenos peligrosos, también pueden afectar a las bacterias comensales importantes, potencialmente desencadenando un desequilibrio en la flora intestinal con posibles repercusiones negativas para nuestra salud.

Potencial Beneficioso de los Lantibióticos

A pesar de los riesgos, el estudio sugiere que los lantibióticos pueden tener aplicaciones beneficiosas, como la protección contra infecciones por bacterias resistentes a los antibióticos. Los investigadores están explorando maneras de aprovechar estos conservantes de forma que beneficien la salud humana, minimizando al mismo tiempo sus efectos adversos en el microbioma intestinal.

Futuras Direcciones

Existe la necesidad de una comprensión más profunda de la interacción entre los conservantes alimentarios y el microbioma intestinal, apuntando hacia un enfoque más informado y estratégico en el uso de lantibióticos para favorecer la salud intestinal y general.

Alimentos que podrían contener lantibióticos

1. Productos Lácteos: Muchos quesos, incluidos algunos tipos de queso cheddar, mozzarella y suizo, pueden contener nisina como conservante para prevenir el crecimiento de bacterias dañinas durante su maduración y almacenamiento.
2. Carnes Procesadas: La nisina puede usarse en productos cárnicos como salchichas, jamón y otros embutidos para inhibir bacterias y otros microorganismos durante su procesamiento y prolongar su frescura.
3. Productos de Panadería: Algunos productos de panadería que requieren una larga vida útil, como panes envasados y pasteles, pueden incluir lantibióticos para prevenir el moho y otras formas de deterioro.
4. Bebidas: La nisina también se puede encontrar en ciertas bebidas fermentadas, como la cerveza y el vino, para controlar la fermentación y prevenir la contaminación por bacterias no deseadas.
5. Conservas: Algunas conservas, incluidas las verduras en conserva y los productos encurtidos, pueden utilizar lantibióticos para mantener la calidad y seguridad del producto, inhibiendo el crecimiento de bacterias que podrían causar deterioro.
6. Salsas y Aderezos: Diversas salsas, incluidas salsas para pasta, aderezos para ensaladas y salsas de inmersión, pueden contener lantibióticos para extender su vida útil y mantener su seguridad alimentaria.

Es importante señalar que la presencia de lantibióticos en estos alimentos está regulada y debe cumplir con las normativas de seguridad alimentaria establecidas por las autoridades sanitarias en cada país. Los consumidores interesados en evitar o limitar su exposición a estos aditivos pueden buscar productos etiquetados como libres de conservantes artificiales o elegir alimentos frescos y procesados mínimamente.

Estrategias para reducir la ingesta de conservantes

1. Priorizar Alimentos Frescos

• Prefiere frutas y verduras frescas sobre las envasadas o procesadas.
• Elige carnes frescas, pescado y aves en lugar de opciones procesadas o empaquetadas.

2. Consumir Productos Orgánicos

• Los alimentos orgánicos suelen contener menos aditivos, incluidos los conservantes, ya que las normas orgánicas restringen el uso de ciertos químicos en la agricultura y la producción de alimentos.

3. Cocinar en Casa

• Preparar tus propias comidas te permite controlar los ingredientes, incluidos los conservantes.
• Experimenta con recetas que usen ingredientes enteros y naturales.

4. Leer las Etiquetas de los Alimentos

• Familiarízate con los nombres de los conservantes comunes (como benzoato de sodio, sorbato de potasio, nitratos y nisina) y evita los productos que los contengan.
• Opta por alimentos con etiquetas que indiquen "sin conservantes", "natural" o "orgánico".

5. Elegir Alternativas Conservadas Naturalmente

• Busca alimentos conservados con métodos naturales, como el ahumado, el secado, la fermentación o el uso de vinagre, sal y azúcar en cantidades moderadas.

6. Almacenamiento y Conservación Adecuados

• Aprende técnicas de almacenamiento y conservación en casa, como la congelación, para mantener los alimentos frescos sin conservantes.
• Usa contenedores herméticos para proteger los alimentos y prolongar su frescura de manera natural.

7. Planificar las Compras y las Comidas

• Planificar con anticipación puede ayudarte a evitar la compra de alimentos procesados o envasados en momentos de apuro.
• Compra solo lo que necesitas para minimizar la dependencia de alimentos con larga vida útil que suelen contener conservantes.

8. Apoyar a Productores Locales

• Comprar directamente a productores locales en mercados de agricultores puede asegurar que obtengas productos frescos y de temporada con menos probabilidades de haber sido tratados con conservantes.

9. Educación Alimentaria

• Infórmate sobre nutrición y seguridad alimentaria para tomar decisiones informadas sobre los alimentos que consumes.

Al adoptar estas prácticas, no solo puedes reducir tu exposición a conservantes y otros aditivos alimentarios, sino también fomentar un estilo de vida más saludable y sostenible.

Fuente consultada

University of Chicago