Retorno a Seúl

Durante las décadas de 1960 a 1980, Corea del Sur experimentó un significativo número de adopciones internacionales, en parte como resultado de las consecuencias económicas y sociales de la Guerra de Corea (1950-1953). Este período marcó el inicio de uno de los programas de adopción más grandes del mundo. Los niños coreanos fueron adoptados por familias en varios países, incluyendo Estados Unidos, Europa, y Australia, entre otros. Francia fue uno de los países que participó activamente en este proceso.

En los últimos años, ha habido un movimiento creciente entre los adoptados coreanos para explorar su identidad cultural y, en algunos casos, buscar a sus familias biológicas.

"Regreso a Seúl", es una película que narra la historia de una joven adoptada que regresa a su país natal, Corea del Sur, este film ofrece una exploración profunda de temas como la identidad, la pertenencia, y la compleja red de emociones que se entrelazan en el proceso de descubrir y aceptar nuestras raíces.

La Primera Llegada a Seúl

Curiosidad y el Desconcierto

La protagonista llamada Freddie, protagonizada por una estupenda Park Ji-Min, llega a Seúl con una mezcla de emociones. Hay una curiosidad palpable por conocer la tierra que la vio nacer, pero también un desconcierto notable ante una cultura que le es familiar y ajena a la vez. Este choque cultural inicial establece el tono de su viaje, lleno de descubrimientos y confrontaciones internas. Estas experiencias también le sirven para remarcar su sensación de alienación, de no pertenecer completamente ni a su país de adopción ni a Corea.

Dolor y Confusión

La lucha entre la vida vivida y la que pudo haber vivido tensiona al espectador durante todo el film, esa incomodidad no buscada permite que seas testigo de primera línea de las vivencias de Freddie.

La Curiosidad por Conocer a Sus Padres Biológicos

Impulsada por una necesidad de entender su origen, la protagonista inicia la búsqueda de sus padres biológicos. Esta curiosidad se convierte en una fuerza motriz para ella, marcando un capítulo crucial en sus viajes de retorno. La búsqueda es emocionalmente compleja, mezclando esperanza, miedo y una vulnerabilidad profunda que intenta ocultar tras un rictus de indolencia y comportamientos autodestructivos que muestra en ocasiones durante sus estancias.

El Encuentro con los Padres Biológicos

El encuentro con su padre biológico no parece ser lo que esperaba. Frente a ella se despliega una realidad complicada, llena de emociones contradictorias. Al reencuentro cálido de la familia de su padre responde con frialdad y distanciamiento, se establecen paralelismos y patrones de comportamiento tóxicos entre padre e hija que nunca llegan a reconducirse y a fructificar pero también se combinan momentos de preocupación sincera y arrepentimiento eterno con gestos de ternura para obtener el deseado perdón.

El Dolor del Rechazo

El rechazo constante de su madre por conocerla marca el punto más bajo en el viaje emocional de la protagonista. Este momento es crucial, ya que enfrenta de manera directa el dolor del abandono y la complejidad de las relaciones humanas. Este dolor se ve reflejado en cómo gestiona las relaciones amorosas, o bien, abordándolas de el punto de vista más superficial y carnal hasta la formación de una pareja estable o compañero que destruye con un sólo chasquido de dedos.

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